¿Subproducto o Residuo?
¿Subproducto, o Residuo?, Aclaremos la diferencia que hay entre ellos
Por lo general se abusa del empleo de la denominación de subproducto, cuando en realidad muchas veces los materiales a los que nos referimos legalmente son residuos. Descubramos cuando debemos emplear la denominación de residuo y cuando la de subproducto.
Durante la fabricación industrial de ciertos productos, se generan materiales, comúnmente llamados subproductos, que son inherentes al proceso de producción, y que deben ser gestionados.
En primer lugar, aclaremos que es un residuo.
La Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados, indica que un residuo es:
“Cualquier sustancia u objeto que su poseedor deseche o tenga la intención o la obligación de desechar”.
Generalmente, suele estar claro lo que es un residuo y lo que no es un residuo. No obstante, han surgido algunos problemas en relación con la interpretación que se le pueda dar a esta definición. En realidad, no siempre existe una distinción clara, y hay una serie de zonas grises debido a distintas situaciones técnicas, con diferentes riesgos y repercusiones para el medio ambiente. Sin embargo, a efectos de aplicación de la legislación ambiental, es necesario delimitar claramente, en cada caso, cada una de las dos situaciones jurídicas, residuos, o no residuos. Es esta distinción la que en ocasiones resulta difícil de aplicar.
En la legislación ambiental comunitaria sobre residuos, conceptos como subproducto, coproducto, o materia prima secundaria, carecen de significado jurídico, por lo que afectos jurídicos, los materiales son simplemente: RESIDUOS (Códigos LER – lista europea de residuos), o NO RESIDUOS (Reach).
Por tanto, desde este punto de vista y siempre refiriéndonos a los procesos de producción, se podrían definir algunos conceptos:
Un PRODUCTO es todo material obtenido deliberadamente en un proceso de producción.
Un RESIDUO de PRODUCCIÓN es un material que NO se produce deliberadamente en un proceso de producción, y que puede ser residuo, o no residuo.
Un SUBPRODUCTO se define como un RESIDUO DE PRODUCCIÓN, que NO es RESIDUO.
Debido a que la definición de residuo es insuficiente para clasificar a un material en residuo o en no residuo, se generaron unas directrices basadas en la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Justicia. Al emplear únicamente la definición de Residuo se corrían ciertos riesgos según como se interpretase. Una Interpretación excesivamente amplia de la definición de residuo, impondría costes innecesarios a las empresas afectadas, y podría reducir el atractivo de ciertos materiales que, de otro modo, serían susceptibles de reutilización económica. Por el contrario, una interpretación demasiado estricta, podría provocar daños en el medio ambiente y minar la eficacia de la legislación comunitaria y las normas comunes existentes en materia de residuos.
La Comisión considera, qué para garantizar la seguridad jurídica, el empleo de unas directrices, resultan más adecuadas que la inclusión de una definición de subproducto. Por tanto, para calificar un material procedente de un proceso industrial, se deben evaluar una serie de cuestiones.
- Si la utilización prevista del material no es legal, el material pasará directamente a considerarse residuo.
- Si la aplicación es legal, se deberá considerar, si el material se ha producido deliberadamente, o si el proceso se ha modificado para su producción. De ser así, el material será considerado como un producto, y en caso contrario, como un residuo de producción.
El tribunal de Justicia indica, que incluso en el caso de que un material sea considerado un residuo de producción, no necesariamente es un residuo. Las características del material en términos de su idoneidad para una reutilización económica, pueden implicar que no debiera considerarse residuo.
De la jurisprudencia reciente se extraen 3 criterios que debe cumplir un residuo de producción para ser considerado un NO residuo, es decir, para ser considerado un subproducto.
El Tribunal declaró qué, si la reutilización del material no sólo es posible, sino segura, sin transformación previa, y sin solución de continuidad del proceso de producción (es decir, sin interrupción del proceso de producción), dicho material no constituye residuo, y por tanto es un subproducto.
Estas condiciones son acumulativas, por tanto, deben cumplirse todas.
¿Es la reutilización del material no solo es posible, sino segura?
En primer lugar se debe evaluar si el material es reutilizable en su conjunto. Si alguna parte del material no es reutilizable, el material será considerado Residuo. Si todo el material es reutilizable, se debe evaluar si cumple las especificaciones técnicas para dicha reutilización. Si el material no las cumple, será considerado residuo. Si las cumple, se debe evaluar si hay un mercado para su venta. Si este mercado no existe, y por tanto no hay compradores que lo vaya a reutilizar, será considerado residuo.
Sí por el contrario si existe un mercado, entonces la reutilización del material es posible y segura.
¿Puede el material emplearse sin transformación previa?
La cadena de valor de un residuo de producción incluye; tanto el proceso de producción, como el posible proceso de transformación o valorización. Por lo general, este proceso de transformación consta de una serie de tareas imprescindibles para la reutilización del material. Una vez producido, el material puede ser: lavado, secado, refinado, homogeneizado, se le pueden añadir características u otros materiales necesarios para su reutilización, se controla su calidad, etc.
Algunas de estas tareas se realizan en el lugar de producción del fabricante, otras, en las instalaciones del siguiente usuario, y otras pueden ser efectuadas por intermediarios.
Siempre que estas tareas sean parte integrante del proceso de producción, el material se considerará subproducto.
Sin embargo, el Tribunal de Justicia ha estimado que el hecho de que previamente a la reutilización sea necesario un proceso adicional de valorización, aunque la reutilización sea segura, demuestra que el material es residuo hasta que no se haya completado este proceso.
¿El material se puede producir sin solución de continuidad del proceso?
Es decir, a si las tareas previas a su reutilización, vistas en el apartado anterior, se integran en el proceso de producción sin interrumpir el proceso, o si por el contrario, son consideradas un tratamiento de valorización posterior.
Por tanto, el problema reside en determinar en qué momento termina el proceso de producción, y en qué momento comienzan las tareas de transformación del material.
La comisión decide a este respecto, y para ello tiene en cuenta los siguientes aspectos:
- Naturaleza y alcance de estas tareas.
- La integración de estas tareas en el proceso de producción principal.
- A si las tareas son ejecutadas por alguien distinto del fabricante, es decir, por un intermediario, o por el destinatario final. Por lo general, el hecho de que el material salga del lugar o fábrica donde se ha producido, para someterse a transformación, puede indicar que estas tareas ya no forman parte del mismo proceso de producción.
- Los documentos técnicos de referencia, sobre las mejores técnicas disponibles, llamados Brefs.
Por tanto, según los criterios establecidos por el tribunal de justicia, si el material se prepara para su reutilización sin solución de continuidad del proceso de producción y se envía posteriormente para su reutilización, el material se considera subproducto.
También hay otros factores considerados por el Tribunal de Justicia, que aunque no son totalmente decisivos, inclinan la balanza hacia la calificación del material como residuo.
- Si no puede darse otro uso que su eliminación, o la utilización tiene un elevado impacto ambiental o requiere medidas especiales de protección.
- Si el método de tratamiento del material en cuestión es un método estándar de tratamiento de residuos.
- Si la empresa considera que el material es un residuo.
- Si la empresa intenta limitar la cantidad de material producido.
